La historia de Mario


Para Rosita y Mario



Mario estaba durmiendo en el vientre de su mama, pedaleando entre los líquidos y comiendo todo el dia sin parar. Pensar, pensaba como todos los bebes, me gusta el calor, me gusta el tic-tac intenso y certero del corazón de mi mama, me relaja que se acompase con el mío. Hoy esta de buen humor y va corriendo por la calle, por eso me agarro al cordón umbilical fuerte y voy pegando saltitos en cada paso. Hoy esta agotada y se queda quieta, por eso decido darle una patada: “ eh eh vamos de paseo, anda” no reacciona… pues le tendré que dar otra patada. Ya ahora si me responde pasando la mano por la tripa, se ríe… “hola mama, estoy aquí…” Otra cosa que le encanta a Mario es cuando sueña compartido con su mama y entonces va heredando a través de los sueños de ella su memoria y su historia. Historia que empieza ya a ser también la historia de Mario. La otra noche la mama de Mario soñó que estaba en el mar, en el sur, creo que alguien dijo en el sueño “que bonito es Granada” quizás su misma Mama. Mario sueña que allí estaba su mama dibujando en la arena, sentada en la playa, cuando del agua salio un señor con un pulpo en la mano. Su mama no ahorro en elogios y cuando la abuela empezó a cocinar el pulpo, que por cierto Mario recuerda que estaba buenísimo, su mama le dio muchos besos al señor del pulpo y como se le acelero el corazón al hacerlo y cuando ella lo hacia, Mario sentía una sensación agradable, supo que ese debía ser su papa. Sin embargo hace mucho que Mario no oye la voz de su papa, quizás es de esos papas que están muy ocupados y siempre están de viaje. Quizás es uno de esos papas pasajeros que viene de vez en cuando… Hay muchos niños que no tienen papa y tienen dos mamas, le decía el otro dia una amiga a su mama. Y también hay muchas mamas, que deciden criar ellas solas a sus bebes… Así que Mario no sabe muy bien lo que es tener un papa, aparte de que son señores que cazan muy bien pulpos y que cuando se portan bien hacen feliz a su mama. Mario si sabe, porque a estado presente lo que es tener tías, tíos, abuelos… y sobre todo lo que mas le gusta a Mario es dormir y soñar por su cuenta con los dibujos que le pintara su mama cuando nazca.



__________________________Asor Rosa *;) *;) *;)

Rutinas...


Todas las tardes a las 6 cuando salgo de trabajar, cojo el mismo autobús. Durante el trayecto, mientras miro las manchas de humedad en las paredes de los edificios, me imagino dibujos escondidos entre ellas y la sombra que proyectan los árboles en la fachada. La luz de la tarde en Madrid, siempre es algo que me fascina y relaja al mismo tiempo, como una brillantez que le da realidad a mi mundo.

20 minutos después, cuando me bajo del autobús, se que caminare unos 758 pasos y tendré la posibilidad de verte.
Fantaseo con que tal vez estés en la puerta de ese sitio en el que trabajas y que cuando me veas pasar me sonrías y me hagas un saludo con la mano. Tal vez si así fuera, me atrevería a acercarme y comentarte que tal esta el tiempo esa tarde y si a lo mejor lloverá. Y después de 10 minutos de frivolidad, tal vez nos intercambiaríamos teléfonos.

Hace 3 semanas que engaño a amigas para ir a verte, con la excusa de tomarme algo. Cuando me he atrevido a hablarte, no puedo mas que balbucear frases inconexas, tartamudear y sonrojarme. Mientras bajo la gorra sonríes divertida, y mis amigas analizan de ti cada movimiento, dicen que tal vez después de un año de frecuentar el café nos atrevamos a hablar. Si siguiera la tradición familiar te cantaría en una serenata la canción de “ojos negros”. Pero se que darte una serenata, no es el método mas “cool” para entrarle a una chica y menos si lleva zapatillas con calaveritas. Sin embargo, los otros 300 métodos que se me ocurren no ayudan mucho mas. Quizás no exista un buen método, para entrarle a una chica que nadie te presento nunca y que además es tan tímida. Las dos únicas cosas que quiero saber es si tienes tu corazón comprometido y si te gusto. Tal vez seria una buena idea tomarnos un cafe. Por eso, si pasas por aquí y lees esto… mmm ¿Te tomarías un café conmigo?




Asor Rosa