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Hace dos días que no bebo y no tengo resaca. Las demás están en esa terraza de la playa tomando un tinto de verano. Ya no las aguanto mas. Han hecho falta solo tres días para que mi mente se canse de ellas. No se si en Madrid me habría sucedido algún dia. Quizás es que los viajes en coche y la intensidad de vivir 24h bajo la tediosa conversación de alguien es lo que tiene. No las soporto mas. No necesito estar borracha para saberlo. No necesito estar borracha para decirlo. Quizás he estado demasiado borracha en el ultimo mes, solo borracha me puedo olvidar de todo. Y me puedo acostar con Jennifer, porque si no me acostaría con un alguien tan aburrido. Porque Jennifer es la cosa mas aburrida del mundo. No puede mantener una conversación de mas de cuatro frases seguidas. Lorena la niña que nos acompaña tiene una conversación mucho más amena que ella. Amanda su mama, no es una lumbrera, pero por lo menos es una mujer con los pies en la tierra y habla de problemas domésticos y de su obsesión por tener un hombre en su cama, y lo importante que es, que este no hable y sobre todo que se vaya antes de que el sol este alto en el cielo. Pues como bien dice ella, lo que menos soporta es a esos hombres, que van de tiernos y encima se empeñan en hacerle el desayuno, cuando ella solo quiso echar un polvo después del trabajo. Cuando trabajas de camarera, tienes la ventaja de si lo deseas, todos los días después de cierre acabar con uno distinto. Son las palabras de Amanda, que en el fondo según Patricia, mi novia, dice que no entiende como mujeres tan obsesionadas por los hombres, los pueden odiar tanto. Quizás mejor que se cambiaran de acera, o se lo miraran un poco. Es cierto que nunca he oído hablar tan mal de los hombres como a mis compañeras de barra. Tal vez, por eso yo también cai en los brazos de Jennifer, la insoportable Jennifer. Es una extranjera tosca, perdida y aburrida. Jennifer decidió en Madrid que quería ser lesbiana. Si, así fue como me lo contó. Ya llevaba dos años estudiando como debían ser los sentimientos y el sexo, como debía comportarse y a donde debía de ir. Después de aprenderse metódicamente como debe de ser una lesbiana y como debe de hablar. Como no es una mujer especialmente comunicativa, tal vez influya el idioma, pues Jennifer nació en un pueblo de Polonia. Aunque su familia ha emigrado muchas veces y ella cuenta con una cuantiosa beca de la universidad de Londres. Si, en realidad es una mujer muy metódica hasta para hacer el amor, todas las noches, cuando nos quedamos a solas dobla metódicamente hasta la ropa interior y consume media botella de vodka antes de ponerme un dedo encima. Quizás debido a que hace dos días no bebo, me di cuenta de este pequeño detalle. Es como un autómata con reglas para todo. Y ayer todo era tan previsible, aburrido y monótono como el primer dia. Cuando me intento dar un beso con su aliento de vodka, decidi, descolgarme por el balcón al árbol y del árbol a la playa y estuve toda la noche en la playa mirando el mar. Es horrible no beber, pues cuando no bebo no soporto a nadie y me hundo dentro de mi misma y todo me parece aburrido. A la única persona que quiero tener cerca cuando no bebo y que me acepta y es a la única a la que amo es a Patri. Mi amada Patri. Esta vez no me va a perdonar que me haya fugado casi dos meses de casa. Con lo que me gusta estar en casa con ella. Es con la única persona del mundo con la que no necesito beber para aguantarla. Pero tengo tanto miedo a estar sobria, tanto miedo al abismo… Ayer me descolgué del árbol a la playa y estuve andando mucho tiempo en la oscuridad, el sonido del mar me tranquilizaba. He estado llorando, pues un dinosaurio que caminaba a mi lado me hablaba de los sueños de Patri, me ha contado que Patri estaba muy triste y que lleva mas de una semana sin comer ni dormir. Sin embargo va a trabajar todos los días. El dinosaurio que es un adivino que todo lo ve me ha contado que ha guardado todas mis cosas en cajas y no sabe si llamar a mi familia para que venga a recogerlas… Esta es la cuarta vez que le rompo el corazón a Patri, ella es muy fuerte… pero yo la amo. Me puedo acostar con treinta pero la amo a ella. Ella no lo ve así. Ella nunca se a acostado con nadie mas. Patri tiene un mundo propio y es fuerte, no necesita beber. Eso le he dicho al dinosaurio. Que en el fondo me ha contado al final que no es un dinosaurio, sino una dinosauria y que a su vez también tuvo hace muchos años una compañera. Con la que viajo por todo el mundo. Hasta que un dia desapareció. Mi amiga Dino, que es como la he bautizado. Se ha sentado al lado de la cabina de teléfono, desde la que he llamado a Patri. He marcado el teléfono de casa, cinco veces, hasta que al final me he atrevido a dejar un mensaje en el contestador. La voz de Patri, sonando cinco veces en mi oído, como una canción de cuna. He empezado a llorar y me he gastado casi cinco euros por escucharla una y otra vez diciendo: “Hola, estas llamando a la casa de Patri, en este momento no estoy, deja tu mensaje y ya te llamare”. Ya habia cambiado el mensaje, ya no dice esta es la casa de Patri y Alicia. Ya no estoy en el mensaje porque ya no estoy en la casa, me fugue de mi felicidad porque amar de verdad duele mucho. He salido de la cabina y abrazado la panza enorme de Dino, de rayas amarillas y verdes, ella me ha dicho que tenia que volver cuanto antes a Madrid, antes que Patri, se enamore de otra, o tire mis cosas a la basura… no se que hacer… Dino me ha tomado con sus zarpas y me ha cantado dulcemente una canción. Yo me he dejado mecer. La gente que pasaba por la calle se nos quedaba mirando. Es lógico solo han visto Dinosaurios en el cine y en los libros de texto y mucho menos se imaginan que un dinosaurio se sepa todos los éxitos de Tracy Chapman. Dino me ha convencido para que a la quinta llamada le deje un mensaje a Patri. Y le he dicho: “Hola Patri, no estas en casa, yo estoy en el sur, oyes el mar… estoy pensando en ti, te echo de menos… te amo… adiós amor… hasta pronto” Después Dino y yo nos hemos quedado dormidas, yo encima de su tripa detrás de una duna hasta hoy. Esta mañana Dino a pescado unas cuantas sardinas que nos hemos desayunado crudas. Ella se ha comido cuatro kilos, yo he tenido suficiente con tres. Y allí esta Amanda, con la niña y con Jennifer. Las dos con gafas de sol, para ocultar los ojos injectados en alcohol y resaca. Desayunando un tinto de verano. Pero yo no quiero ir, porque prefiero hablar con Dino, porque mi nueva amiga Dinosauria tiene una conversación mucho mas interesante que ellas. Ahora estamos haciendo pruebas de quien escupe los huesos de las aceitunas mas lejos. Gana siempre Dino, pero yo me río mucho de cómo lo hace. Mira viene Amanda, y le digo: “Has visto que buena” ; “¿Qué buena quien? Alicia, ¿de que hablas?”; “Pues de Dino, mira Dino esta es Amanda y esta es Lorena”, Dino les ha dicho Hola, pero ellas ni siquiera la han visto, porque son unas maleducadas. Se han dado la vuelta y se han ido. Y yo me he quedado con Dino, haciendo carreras en la playa y mas juegos. Es una compañera estupenda y por lo menos saluda a la gente, no como Amanda y Lorena. Que siempre han sentido rechazo por todo lo diferente, por los extranjeros, por los sudacas, por los dinosaurios… Que aburridas!! Lo que no se es como subir a Dino en el coche. Pero ella me ha dicho que puede correr al lado, pues para ella ir hasta Madrid es un paseo. Y que si lo desea también puede volar. Desde luego, Dino es una amiga fantástica.
Este relato corto lo esboze una mañana despues de despertarme de un sueño vivido tan real, que podia oler la lluvia, el sudor tibio de la piel bajo la tormenta y la ensoñacion absoluta del enamoramiento. Podia palparlo como una textura y recordaba el tacto, estuve un buen rato en la cama antes de querer desprenderme de esa sensacion. Fue tan intenso que llegue a imaginarme que cuando dormia viajaba realmente a otra dimension. Al final me olvide del sueño y lo unico que me quedo para construir una historia con un poco mas de forma fue la primera frase; "Deje a Josep porque no era la mujer de mis sueños", porque con esa frase para mi se resume porque soy lesbiana y me enamoro de mujeres. Pero tambien con el cuento desarrolle porque hay muchas lesbianas que se casan y nunca se atreven a salir del armario, una de las razones es por una incapacidad educada para la desobediencia, para salirse del guion. Y si por alguna rara casualidad te cruzas en su vida, se reconocen en ti y se revuelven.... a partir de ahi explotan muchas otras historias.
Sueño de una noche de verano
Deje a Josep porque no era la mujer de mis sueños. Todo empezó el verano pasado, me moría de calor todo el día. El tiempo seco anidaba en cada poro de mi piel y ansiaba que el cielo estallara en una tormenta con desesperación. Tal vez, esa fue la razón por la que empece a tener ese extraño sueño. Era un sueño recurrente donde todo sucedía en el mismo orden y tan real que me despertaba sudando y podía palparlo en la bruma de la madrugada. Cada noche sin falta volvía, yo caminaba medio desnuda por las calles de Madrid en una tormenta de verano. Todo adquiría el tono ocre e irreal de los días de lluvia. Las calles eran ríos y mi misma piel estaba llena de caminos inundados por el agua. Mi corazón palpitaba con fuerza, un océano denso de agua me llenaba por dentro. Sentía que en cualquier momento explotaría y los peces de colores que nadaban en mi estomago, saldrían volando hacia las nubes. El sol estaba a punto de ponerse y en ese momento vi entre arboles, como al pie de la calzada aparecía luminosa la señal roja de una parada de autobús. Y al lado, esperando, había una mujer alta de rasgos finos, con el pelo encrespado por la lluvia y tan abundante que le caía en una cascada frondosa por la espalda. Tenia los ojos negros y rasgados, llevaba un vestido de flores diminutas, tan pegado por el agua al cuerpo que parecía que estaba completamente desnuda y las flores eran tatuajes en su piel canela. Ella me miraba y sonreía. Yo me acercaba temblando y ella me tomaba... yo anhelaba fundirme con ella, pero siempre en ese instante me despertaba sudando. Mi deseo frustrado rasgaba la piel dormida de Josep que se veía arrastrado por mi furia.
Conocí a Josep en la fiesta de graduación de mi hermano Alberto, los dos eran compañeros de clase y se habían licenciado en arquitectura en la universidad privada más cara de la ciudad. Yo tenia veintitrés años, estaba estudiando publicidad y esperaba encontrar mi príncipe azul montado en un BMW. Por eso, aunque Josep no era precisamente guapo, entre mi madre y yo le encontramos miles de encantos. En menos de un año ya estabamos comprometidos. Todo iba sobre ruedas, yo tenia en casa un buen partido y en la calle encuentros ocasionales que me sacudían la rutina echando polvos. Me escapaba a los antros del centro, llenos de humo, ron y tequila. Bailaba sin descanso hasta acabar siempre pasando una noche sabrosa en unos brazos más toscos y morenos.
Llevábamos casi tres años viviendo juntos cuando me obsesione con la mujer de mis sueños. Me enamore enfermizamente de un fantasma, tan real, tan presente, que tenia que existir. La tenia que haber visto antes, aunque solo fuera de forma fugaz. Empece a perseguir un sueño. Para Josep yo estaba desequilibrada, una y otra vez lo obligue ha hacerme el amor travestido de mujer. Pero cuando después de vestirlo lo obligaba a ducharse vestido empezó a desconfiar.
- A que juegas Manuela, a que viene todo esto-
-¿ Quien eres? ¿quien eres? ¿Dónde estas? No te encuentro, no te encuentro... – Le respondia desde el fondo de mi deseo, no queria verlo a el, queria verla a ella. Fantaseaba que él era ella.
- Estas muy rara, Manuela... me quieres decir lo que te pasa.-
- Cállate y vete.-
Me senté de cara a una ventana y no me moví en hasta que sentí que se había ido. Josep se aterrorizó, y su partida me dio alas para dedicarme exclusivamente a mi obsesión, dia y noche como un zombi, reclamaba al cielo una tormenta. Pero nunca llovía. Sola, encerrada mi pasado ardió dejando un olor rancio, desaprendí los viejos caminos y me quede vacía. Cuando no estaba absorta en casa mirando las nubes me daba eternos paseos por todas la calles de Madrid buscando un lugar similar al que aparecía en mis sueños. El mundo se abría extenso como un laberinto y ella era un espejismo escondido entre el cemento.
Una tarde a finales de agosto en el punto más critico de la sequía, el cielo se encapoto y estalló una tormenta milenaria. La ciudad entera estaba azotada por un aguacero inclemente. La ciudad se convirtió en un gran desierto de cemento, calles vacías y ríos de agua gris que arrastraba hasta la mala suerte. Un rayo cruzo las nubes y toda la cuidad retumbo, en ese mismo instante un escalofrío me recorrió la espina dorsal de un extremo a otro y me lance a la calle;a la caza.
Toda la ciudad olía a ella y ella olia a tierra mojada.
Pasaron horas, me dolia todo el cuerpo cuando el aguacero bajo su intensidad y un timido arcoiris de la tarde se asomaba al lado del sol. Estaba andando por los jardines del palacio real y caminando por el sendero de arboles que daban paso a los jardines del moro, vi que semi escondida detrás de unos arbustos, estaba por fin ella, justo de pie en la parada del autobús... Senti que la habia estado esperando toda la vida y asi me hizo sentir ella cuando levanto la mirada y nos encontramos, me acerque hasta que estuve a un metro, nos sonreimos y por fin pude encontrarle un final a mi sueño...
Asor
-“Los hombres son parte de una construcción social, necesaria, que no me atrevería a cuestionar. Yo dentro de poco tendré un hombre en casa, lo he pedido encargado por Internet, me lo traen desde Alemania. Me han asegurado que funciona perfectamente, que tiene todos los programas ajustados a los tiempos en que vivimos. Tiene un amplio vocabulario de chistes malos y comentarios machistas. Todo lo que una mujer puede desear, decía el anuncio de televisión. Te mandan un catalogo donde lo puedes ver de perfil leyendo el periódico y así elegir el color de pelo que mas te conviene para que haga juego con las cortinas. Habia también un modelo de hombre progresista, que lee a Sartre, friega los platos y saca a pasear al perro… pero chica que quieres que te diga… me quedo con el tradicional. Aburrido, que ronca, que te pide las zapatillas y espera que le pongas la cena. Que esos inventos modernos ni hombres parecen…”.-
Todo esto le decía Maria de los Dolores a Carlota en el interminable trayecto de coche entre la ciudad y el campo donde iban a pasar el dia de Picnic. Carlota, que tenia algunos buenos amigos, hombre de carne y hueso. Y no autómatas programados como el que adquiriría en breve Maria de los Dolores… se sorprendía del inmenso vació que podría tener una vida así al lado de un autómata, por muy bien programado que estuviese. No daba crédito y le parecia terrible y triste. Ella que adoraba a sus amigos varones, también le parecia que mujeres como Maria de los Dolores, hacían que hombres con otras ideas y formas de estar mas pacificas en el mundo, fueran exterminados o relegados gracias a mujeres como ella. Carlota estaba oscuramente enamorada de Maria de los Dolores, y por su forma de comportarse con ella, intuya que en cierta velada forma era correspondida. Pero la forma de estar en el mundo de Maria de los Dolores, sus ideas arcaicas y sus prejuicios, desanimaban cualquier intento de acercamiento por parte de Carlota. Las forma de ver el mundo a la una espeluznaba a la otra. Y carlota, apenas si podía hablar, pues estaba claro que Maria de los Dolores era una mujer que habia nacido para ser escuchada.
Cuando Carlota miro por primera vez a Maria de los Dolores, supo en un instante que las dos estaban hechas de la misma madera. En solo un instante supo que la iba a desear locamente y que frente a ella se sentiría siempre vulnerable. Y detrás de la segunda capa de su mirada, por un instante fugaz también supo que la forma de estar en el mundo de Maria de los Dolores, era completamente opuesta a la suya. Maria de los Dolores se escondería siempre de si misma, miraría siempre para otro lado, muy en el fondo, intuya que dejar salir libremente su verdadera personalidad le acarrearía grandes cambios, crisis y problemas. Siendo como habia sido educada dentro del seno de una familia convencional, era algo que no estaba dispuesta a poner en tela de juicio. Ella quería seguir las normas, acallar su fuero interno y ser como todas sus compañeras de parroquia, una perfecta ama de casa, un amante esposa y una madre ejemplar. Aunque su madre le decía una y otra vez que se iba a quedar para vestir santos, ella sabia que en cualquier momento le daría el SI, a Joaquín. Su mejor amigo, que siempre habia estado loco por ella. Por esa razón aunque Carlota notara en la primera fracción de segundo que tal vez esa podría ser una gran historia de amor, al minuto cuando vio como Maria de los Dolores le esquivaba la mirada, supo también que seria un amor imposible y nunca consumado.Maria de los Dolores, habia sido educada para buscar la continua aprobación general y Carlota por el contrario era irreverente, no respetaba las convenciones y se reía de las normas. La única mujer y quizás el único adulto que habia prorrumpido en una carcajada descomunal un dia en mitad de una misa, porque el cura se piso la sotana y dio un traspiés habia sido ella. Habia sido una carcajada inocente como la de una niña, no en vano algunos niños de la iglesia recibieron pellizcos por acompañarla con sus risas. Maria de los Dolores tenia un carácter muy fuerte, que solo desplegaba cuando montaba por la mañana a lomos de su yegua Pandora por sus campos, parándose en a dar ordenes a los capataces y a revisar el desarrollo de la cosecha de café. Era una mujer dura y racional, con las cosas muy claras. Ella no lloraba nunca, porque las emociones era algo que no se permitía sentir, o por lo menos nunca en presencia de nadie. Aunque Maria de los Dolores se escondiera detrás de la segunda capa de su mirada, cuando miro por primera vez a Carlota a los ojos, la mirada de esta atravesó esa primera capa, la segunda y la tercera, yendo mucho más allá y sembrándose en la superficie del cortes de su cerebro, donde decidió quedarse de forma permanente. Carlota habia empezado a trabajar para su padre llevando los libros de cuentas de la finca, el estado de las exportaciones y la calidad del grano. Cuando Carlota estaba delante, Maria de los Dolores sentía un cosquilleo extraño por todo el cuerpo, muchas veces dudaba en si estaba correctamente vestida, o se habia puesto la ropa interior correctamente. Cuando revisaban los libros juntas, no encontraba ninguna postura cómoda para sentarse. Se removía en la silla. Y cuando ya no podía controlar los nervios, tenia una sensación parecida a cuando le bajaba la regla y cortésmente se disculpaba para ausentarse a su cuarto y comprobar que no era así. Y por las noches, la semilla en su cortex, iba generando toda una serie de pensamientos y deseos que la aterraban. Antes de dormirse, se veía contando cada uno de los gestos que habia hecho Carlota estando con ella, desde los mas sencillos a los más complejos. Como habia cogido el lápiz, como se mordía el labio cuando pensaba. Y sobre todo se sorprendía pensando cosas como que labios mas bonitos tenia Carlota, o como olería su pelo suelto que siempre llevaba trenzado. Era una palpitación continua que la atacaba mas ferozmente cuando se quedaba dormida y en sueños rescataba a Carlota de ahogarse en el rió, la llevaba desmayada a lomos de Pandora. Y durante esos sueños la embriagaba una sensación de felicidad completa, de la que muchas veces le costaba despertar. Cuando despierta recordaba parte del sueño o se cruzaba con Carlota por los pasillos, se ruborizaba tanto que ni siquiera era capaz de esbozar un .- Buenos días.-Tenia pánico de que Carlota algún dia descubriera lo que soñaba por las noches. Y ella se planteaba que los sueños son. E intentaba pasar a otra cosa. Aunque cada dia que pasaba sentía con mas fuerza el impulso de tocarla, de abrazarla… quería pensar que la única razón de este sentimiento, era el haber sido hija única y al ser Carlota menor que ella, proyectaba sentimientos de hermana. Eso era, ella en el fondo se identificaba con Carlota y serian buenas amigas, como si fueran hermanas. Pero una cosa era lo que quería Maria de los Dolores y otra muy distinta la que deseaba Carlota que no era la primera vez que se enamoraba de una mujer. Por eso el dia que Carlota invito a Maria de los Dolores a un paseo de domingo las dos solas con un picnic, ella nunca sospecharía las verdaderas intenciones de Carlota.(Continuará)